La nueva evangelización en la Iglesia Católica

La nueva evangelización en la Iglesia Católica


Todos los que creemos en Cristo formamos parte de su Iglesia y estamos llamados a seguir su ejemplo predicando la Palabra de Dios en el mundo. La Iglesia se propone ser un instrumento de la unión entre Dios y los seres humanos y la evangelización es una parte fundamental de esta misión.

Si bien hoy contamos con muchas herramientas que pueden servir para este propósito, a la vez estamos inmersos en una cultura cada vez más apartada de Dios y en la que aumenta, en palabras de Benedicto XVI, la «desertificación espiritual». Es por eso que encontrar la forma de evangelizar puede significar un reto para muchos de nosotros. 

En los Evangelios, los milagros y las enseñanzas de Jesús conforman su misión evangelizadora. Los primeros cristianos, tras la experiencia con el Hijo de Dios, llevaron la Palabra a lugares nuevos para que lo conocieran. Pero, ¿cómo es la evangelización para quienes vivimos en el siglo XXI?

¿Qué es la evangelización?

Empecemos por el principio, ¿a qué nos referimos con evangelización? En pocas palabras, se trata del anuncio de la verdad de Cristo a través del testimonio de la vida y la palabra. ¿Y cuál es la verdad de Cristo? La llegada del Reino de los cielos y la redención de los pecados del mundo. 

Los Evangelios son el testimonio escrito de la vida y las palabras de Jesús. En ellos encontramos no sólo el registro escrito de la tarea salvadora del Hijo de Dios, sino la herramienta para continuar la predicación. Se trata de anunciar las verdades que constituyen nuestra fe para acercar a los no creyentes a Dios y para aumentar la fe de los fieles.

La Buena Noticia es que Jesús, el Hijo de Dios, se encarnó en este mundo para liberarnos de los pecados de la humanidad. En su predica, Jesús se acercó a los pecadores, a quienes sufrían, a los que eran excluidos de la sociedad y les ofreció una vida nueva. De esta forma, mostró que Dios acompaña a los débiles, a los pequeños, a los que atraviesan momentos difíciles y que les otorga el perdón y la esperanza.

Dice Benedicto XVI en la misa de apertura del Año de la fe que «Dios por medio de Jesucristo es el principal artífice de la evangelización del mundo» (2012). Por lo tanto, la tarea de la evangelización tiene un origen divino, centralizado en Cristo que es la Cabeza de la Iglesia. Nosotros, como Cuerpo de la Iglesia, llevamos a cabo esa tarea en el mundo. Comentaremos este tema a continuación.

El rol evangelizador de la Iglesia

Enseñar a alguien […] para traerlo a la fe […] es tarea de todo predicador e incluso de todo creyente.

Santo Tomás de Aquino

Jesús deja un mensaje claro a sus discípulos: “Id y proclamad la Buena Nueva” y, con la venida del Espíritu Santo, comienza la evangelización de los apóstoles. En los Hechos de los Apóstoles, leemos cómo los primeros cristianos llevan a cabo esta misión en el siglo I.

Todos los miembros del Cuerpo de Cristo estamos llamados a seguir sus pasos. En el Catecismo de la Iglesia Católica, se menciona que los laicos deben “trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y recibido por todos los hombres y en toda la tierra” (900).

“La Iglesia siempre evangeliza. Evangelizar no es simplemente una de las tareas que el Señor Jesús le ha confiado, sino la misma naturaleza de la Iglesia. Sin evangelización no hay Iglesia.”

Fisichella, 2013, p. 3.

De esta forma, la nueva evangelización implica predicar este mensaje en el mundo contemporáneo, teniendo en cuenta sus cambios y desafíos. Al ser una llamada a la conversión, contempla la diversidad de culturas, la realidad de nuestro mundo y apunta a construir una alianza entre la fe y la razón.

Las novedades científicas y tecnológicas, las nuevas formas de comunicación y de circulación de información, el contexto cultural del hombre de hoy no cambian la misión de la Iglesia, pero exigen reflexión sobre las nuevas formas de transmitir y comunicar la fe.

Destinatarios de la nueva evangelización

El mensaje de la nueva evangelización no contempla un destinatario único y uniforme. En tanto pecadores, puede que necesitemos renovar nuestra fe constantemente y volver a convertirnos. La Iglesia identifica los siguientes grupos a los que la nueva evangelización puede y debe dirigirse:

  • Los fieles que profesan intensamente la fe y frecuentemente se reúnen con la comunidad para recibir la Palabra y el Cuerpo de Cristo.
  • Quienes participan de la comunidad pero, atravesados por el mundo de hoy, necesitan renovar y fortalecer su fe.
  • Los bautizados apartados de la fe que no están comprometidos con el Evangelio.
  • Quienes no conocen a Jesús o lo rechazan.

¿Cómo evangelizar?

En el Mensaje de la Asamblea del Sínodo de los Obispos, leemos que «no se trata de inventar nuevas estrategias, […] sino redescubrir los modos mediante los cuales, ante el encuentro con Jesús, las personas se han acercado a Él y por Él se han sentido llamadas y adaptarlos a las condiciones de nuestro tiempo» (§4, 2012).

Las formas en las que las personas se acercan a Dios pueden ser muy diversas y, por lo tanto, también lo serán los métodos para generar ese acercamiento. Los amigos, la familia, el trabajo y las diferentes circunstancias de la vida pueden ser oportunidades para encontrarnos con Dios. Su llamado muchas veces se manifiesta a través de una persona o situación particular.

Sobre la base de esto, podemos pensar las formas de evangelizar desde dos categorías amplias, de las cuales pueden desprenderse muchos caminos diferentes: el testimonio y la palabra.

  • El Testimonio. Jesús es el modelo del testimonio cristiano, el testigo por excelencia. Hoy el testimonio resulta una parte vital para motivar la fe. El misionero puede dar testimonio a través de su vida, del seguimiento de los valores de Cristo, viviendo una vida sencilla, apartada del egoísmo y ayudando al necesitado. El encuentro de cada uno de nosotros con Dios es el comienzo de una vida nueva y esta vida nueva es el testimonio de la evangelización.
  • La Palabra de Dios. La escucha, lectura y meditación de la Palabra es una parte fundamental de la misión evangelizadora. Ella nos guía en la búsqueda de nuestro lugar como evangelizadores. Del mismo modo, la oración regular y la participación en los sacramentos son aliados indispensables.

A partir de estas categorías amplias, podemos pensar distintos espacios y recursos que pueden servir para la nueva evangelización.

  • La familia. Aquí es donde ocurre la primera evangelización para muchos. Puede llevarse a cabo desde la formación de los hijos en la vida cristiana y desde la conformación de un matrimonio en comunión con Dios.
  • La parroquia. Además de la figura del sacerdote, podemos destacar a los diáconos, los catequistas y animadores entre los distintos lugares de participación que contribuyen a la evangelización en la comunidad de la Iglesia. Aquí podemos incluir también las actividades de asistencia y ayuda solidaria.
  • Espacios educativos y de investigación, como escuelas y universidades católicas, que fomentan la catequesis y el diálogo con el conocimiento científico.
  • Los medios de comunicación, desde los tradicionales hasta las nuevas formas de comunicación en el mundo digital.
  • El arte. Las expresiones artísticas han acompañado al desarrollo de la Iglesia desde sus comienzos. Las creaciones musicales, visuales y audiovisuales pueden ser un poderoso elemento de alabanza a Dios y de evangelización.

Estos son sólo algunos de los lugares en los que podemos desempeñarnos como evangelizadores, según los dones y habilidades de cada uno. En nuestras oraciones, es fructífero pedir por el discernimiento para encontrar el o los espacios más adecuados para nosotros.

¿Cuáles son las dificultades que podemos encontrar en este camino?

Como cristianos en el mundo contemporáneo, debemos tener en cuenta que evangelizar no es una tarea sencilla y en la gran mayoría de los casos significará un desafío para quien intente llevarla adelante. Como leemos en Mateo 10 34, Jesús es «señal de contradicción» que provoca las discordias aunque no lo quiera por lo trascendente de su misión.

Estos son algunos de los obstáculos que podemos encontrar en el camino de la evangelización del mundo contemporáneo:

  • La prohibición en algunos países de la entrada de misioneros, de la evangelización y hasta del culto cristiano.
  • La incomprensión o rechazo del Evangelio por aspectos culturales.
  • El desinterés e indiferencia entre los miembros del Pueblo de Dios ante la misión evangelizadora de la Iglesia.
  • La prevalencia de la secularización y las visiones ateas en el pensamiento de hoy.
  • El relativismo de la fe y el dominio de las creencias individuales.

La esperanza y la fe en que Cristo ha vencido el pecado del mundo deberán ser nuestras aliadas en el camino. Siempre debemos recordar que cuando llevamos el Evangelio no realizamos un acto individual independiente, sino que actuamos como instrumentos de Dios, al igual que los apóstoles, en el marco de la Iglesia de Cristo.

Las dificultades, si bien se presentan como obstáculos, son a la vez el motivo de la evangelización y, como tal, deben impulsarnos a querer ir más lejos en nuestro camino. También producirán la intensificación de nuestra fe e innumerables frutos en nuestra vida y en la de quienes nos rodean.

Recomiendo vivamente a los teólogos y a los profesionales de la prensa cristiana que intensifiquen su propio servicio a la misión, para encontrar el sentido profundo de su importante labor, siguiendo la recta vía del sentire cum Ecclesia.

Juan Pablo II

Esta última frase se traduce como sentir con la Iglesia y constituye un pilar fundamental en la nueva evangelización, ya que combate el individualismo que puede llevar a la defensa de una religión personal.

Conclusión

Cada persona cuenta con dones y habilidades diferentes que puede poner al servicio de la nueva evangelización para participar de la misión de la Iglesia. Mediante la oración y el discernimiento podemos encontrar el lugar en el que nuestros dones serán más provechosos. A la vez, ser parte de esta tarea aumentará nuestra propia fe. La alegría y la esperanza de nuestro encuentro con Dios deben ser la inspiración para llevar esa misma experiencia a quienes atraviesan las dificultades del mundo de hoy.

¿Tienes alguna pregunta o comentario para agregar? Déjanos un comentario a continuación.

1 comentario en “La nueva evangelización en la Iglesia Católica”

  1. Rosario

    Muchas gracias, todo claro sobre la Nueva Evangelizacion, para enseñar a los estudiantes de educacion secundaria

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *