Quiés es Melquisedec

¿Quién es Melquisedec?


Melquisedec fue un rey y sacerdote que habitó en las tierras de Canaán y es una de las figuras más enigmáticas de la Biblia. Aparece brevemente en el libro del Génesis pronunciando una bendición sobre Abraham, pero no se indica su genealogía ni procedencia.

A pesar de su breve mención, adquirió una importancia teológica central a partir de la visión profética de David anunciada en el Salmo 110 y su historia fue citada por los apóstoles de Cristo para presentarlo como Sacerdote Eterno de la Nueva Alianza.

Es poco lo que se conoce sobre este personaje tan importante. La tradición judía ha querido ver en él a Sem, el hijo de Noé, del que se dice que vivió 600 años y llegó a ser contemporáneo de Abraham. Para la tradición cristiana y el Islam, Melquisedec es un sacerdote eterno sin principio ni fin.

La ciudad de Salem

Se cree que Salem era uno de los nombres antiguos de la ciudad de Jerusalén. Originalmente, la ciudad parece haberse llamado Salim, en honor a una de las dos divinidades cananeas, que representaban al sol saliente y al sol poniente. Salim era el nombre del sol poniente o perfecto y desde esos tiempos remotos la ciudad se habría asociado con la divinidad y la perfección. 

La historia de la ciudad de Jerusalén es tan antigua que no se ha podido precisar la fecha de su fundación. El territorio fue ocupado por los cananeos alrededor del 4000 a.C., aunque su modo de vida habría sido principalmente nómada. Hay evidencias de asentamientos permanentes en la zona durante el inicio del tercer milenio a. C. Se cree que la fundación de Salim ocurrió en algún momento cercano al 3000 a. C.

Los nombres dados a la ciudad de Salim se fueron transformando. Se sabe por los textos egipcios de execración o ruina que, para el tiempo de Abraham (siglo XIX a. C), existía una ciudad-estado llamada Rušalim. Ésta ciudad podría haber sido la actual Jerusalén.

También en las cartas encontradas en las excavaciones arqueológicas de Amarna, ciudad de Egipto fundada por el faraón Amenhotep IV, se puede leer una referencia a la ciudad de úrušalim en el siglo XIV antes de Cristo. Estas cartas, grabadas en tablillas de arcilla cuneiforme, eran comunicaciones entre la administración egipcia y sus representantes en Canaán y Amurru. Se deduce que la ciudad aludida era un centro urbano de cierta importancia. En 2010, los arqueólogos Elat Mazar y Wayne Horowitz encontraron una tablilla de escritura cuneiforme acadia que muestra que en la ubicación actual de Jerusalén existía, hacia el siglo XIV a. C., una actividad burocrática propia de un centro urbano.

En Jueces 19: 10-11 leemos que la ciudad de Jerusalén se llamó Jebús durante el tiempo de ocupación de los jebuseos, una tribu de posible origen hitita. Se la consideró una ciudad extranjera hasta que David tomó posesión de ella en el siglo X a. C.

En el tiempo de Abraham, según se relata en Génesis 14: 18, Jerusalén era una ciudad-estado cananea gobernada por el rey cananeo Melquisedec.

La guerra contra los cinco reyes

El capítulo 14 del Génesis cuenta que, en el tiempo en que Abraham se asentó en Hebrón, cinco reyes se rebelaron contra una alianza de reyes que los gobernaba. Los cinco reyes en cuestión eran: Berá, rey de Sodoma; Birsá, rey de Gomorra; Sinab, rey de Admá; Semeber, rey de Seboín; y el rey de Belá. Estos reyes sirvieron durante doce años a una alianza real compuesta por Anrafel, rey de Senaar; Arioc, rey de Elasar; Quedorlaomer, rey de Elam; y Tidal, rey de Goin. En el año decimotercero decidieron rebelarse y, un año después, la alianza emprendió una guerra contra ellos.

La guerra fue ganada por la alianza de reyes gobernantes y los reyes rebeldes huyeron por las montañas, a excepción de los de Sodoma y Gomorra que quedaron atrapados entre pozos de betún. Los vencedores tomaron los bienes y riquezas de Sodoma y Gomorra y apresaron a muchas personas de esas ciudades. Entre las personas apresadas se encontraba el sobrino de Abraham.

Abraham, que en ese momento ya era un hombre rico y con muchos recursos, movilizó una tropa de más de 300 personas para ir al rescate de su sobrino. Siguió a los vencedores hasta Dan y realizó un ataque sorpresa nocturno sobre ellos. Los derrotó y recuperó a las personas cautivas, junto con todos los bienes y riquezas.

El rey de Sodoma, al encontrarse con Abraham, estaba profundamente agradecido y le pidió que tomara todos los bienes y riquezas como recompensa. Sin embargo, Abraham rechazó el ofrecimiento para que no se dijera de él que se enriqueció a causa de un botín de guerra.

En el relato aparece, junto al rey de Sodoma, Melquisedec, quien bendice a Abraham. En el apócrifo del Génesis hallado en Qumran se presentan más detalles sobre esta historia.

El rey de Sodoma se enteró de que Abram había traído a todos los cautivos y todo el botín, y subió a su encuentro. Vino a Salem, es decir, Jerusalén. Abram había acampado en el valle de Shaveh, es decir, el valle del rey, el valle de Beth Karma. Melquisedec, rey de Salem, trajo comida y bebida para Abram y para todos los hombres que estaban con él.

1QGen

Melquisedec, sacerdote del Dios Altísimo

El relato de Génesis 14 presenta a Melquisedec como sacerdote de El-Elyon. El nombre propio El correspondía, para los cananeos, al Dios principal, el creador de todo lo existente. En cambio, para los hebreos, se supone que el término El tenía el significado de «Dios». Isra-El significa «el que lucha contra Dios», Elohim significa «Dios poderoso, fuerte». En ocasiones, los israelitas se referían a Yahvé con la palabra El.

El significado de la palabra El para ambos pueblos está relacionado de alguna manera. Algunos autores han planteado que los israelitas podrían haber tomado el término del culto cananeo al Dios El. Pero en el siguiente fragmento del libro del Génesis, queda claro que Abraham y Melquisedec responden al mismo Dios, el Altísimo, creador de todo lo existente. El-Elyon no se refiere explícitamente a la divinidad cananea.

¿Cómo llegó a ser Melquisedec un servidor del Dios Altísimo? No se cuenta nada al respecto, pero el relato muestra que hay entre él y Abraham un entendimiento con respecto al Dios verdadero. Melquisedec, ofreciendo pan y vino como ofrenda al Señor, pronunció esta bendición:

«¡Bendito sea Abrán del Dios Altísimo,
creador de los cielos y la tierra,
y bendito sea el Dios Altísimo,
que entregó a tus enemigos en tus manos!»

(Gn 14: 19-20)

Abraham, al mismo tiempo que rechaza la generosa recompensa material ofrecida por el rey de Sodoma, no duda en dar una ofrenda material a Melquisedec, sacerdote del Dios Altísimo. El primer diezmo registrado en la Biblia se entrega a un sacerdote cananeo como forma de agradecer al Dios Altísimo.

Melquisedec en Qumran

El manuscrito 11Q13 de Qumran contiene un comentario interpretativo escatológico sobre Melquisedec. La comunidad lo identifica con algún tipo de figura celestial que traería la expiación para los hijos de la Luz al final de los días. Por su similitud con la interpretación cristiana, presentamos el fragmento completo reconstruido y traducido al español.

[…] tu Dios… […]

[…] Y lo que dice: «En este año de jubileo [volveréis cada uno a la propiedad respectiva», como está escrito: «Esta es] la manera (de hacer) [la remisión:] todo acreedor hará remisión de lo que hubiere prestado [a su prójimo. No apremiará a su prójimo ni a su hermano cuando se haya proclamado] la remisión para Dios». [Su inter]pretación para los últimos días se refiere a los cautivos, de los que dice: «Para proclamar a los cautivos la liberación». Y hará prisioneros a sus rebeldes […] y de la heredad de Melquisedec, pues […] y ellos son la here[dad de Melqui]sedec, que les hará retornar a ellos. Él proclamará para ellos la liberación para librarlos de [la deuda] de todas sus iniquidades. Y esto suce[derá] en la semana primera del jubileo que sigue a los nue[ve] jubileos. Y el día [de las expiacio]nes es el final del jubileo décimo en el que se expiará por todos los hijos de [Dios] y por los hombres del lote de Melquisedec. [Y en las alturas] él se pronun[ciará a su] favor según sus lotes; pues es el tiempo del «año de gracia» para Melquisedec, para exal[tar en el pro]ceso a los santos de Dios por el dominio del juicio, como está escrito sobre él en los cánticos de David que dice: «Elohim se yergue en la asam[blea de Dios], en medio de los dioses juzga».

Y sobre él dice: «Sobre ella retoma a las alturas, Dios juzgará a los pueblos». Y lo que di[ce: «¿Hasta cuándo juz]garéis injustamente y guardaréis consideración a los malvados? Sélah». Su interpretación concierne a Belial y a los espíritus de su lote, que fueron rebeldes [todos ellos] apartándose de los mandamientos de Dios [para cometer el mal.] Pero Melquisedec ejecutará la venganza de los juicios de Dios [en ese día, y ellos serán librados de las manos] de Belial y de las manos de todos los es[píritus de su lote.] En su ayuda (vendrán) todos «los dioses de [justicia»; él] es qui[en prevalecerá en ese día sobre] todos los hijos de Dios, y él pre[sidirá la asamblea] esta.

Éste es el día de la [paz del que habló] [Dios de antiguo por las palabras de Isa]ías el profeta, que dijo: «Qué] bellos son sobre los montes los pies del pregonero que anuncia la paz, del pre[gonero del bien que anuncia la salvación,] diciendo a Sión: ‘tu Dios [reina'».] Su interpretación: Los montes son los profe[tas…]

Y el pregonero es [el un]gido del espíritu del que habló Da[niel… y el pregonero del] bien que anuncia la salva[ción] es aquel del que está escrito que [él se lo enviará «para consolar a los afligidos, para vigilar sobre los afligidos de Sión».] «Para conso[lar a los afligidos», su interpretación:] para instruirlos en todos los tiempos del mun[do…] en verdad. […]

[…] ella ha sido apartada de Belial y ella […]

[…] en los juicios de Dios como está escrito sobre él: «Diciendo a Sión: ‘tu Dios reina'». [«Si]ón» es [la congregación de todos los hijos de justicia, los] que establecen la alianza, los que evitan marchar [por el ca]mino del pueblo. «Tu Dios» es […Melquisedec, que les libra]rá de la mano de Belial. Y lo que dice: «Haréis sonar el cuer[no en to]do el país».

11Q13. Documento de Melquisedec. En: Velardo, L. (2017). La figura de Melquisedec en Qumrán. DavarLogos, 16(2), 5-6

Melquisedec en la Epístola a los Hebreos

Además de aparecer en el relato del libro del Génesis, Melquisedec figura en otros dos lugares de la Biblia, un salmo de David y la carta de San Pablo a los hebreos. En el Salmo 110, David afirma del Mesías que será sacerdote para siempre, a la manera de Melquisedec. En la carta a los hebreos, San Pablo recurre a Melquisedec para una extensa exposición teológica sobre el sacerdocio de Cristo.

Sin entrar en detalles sobre aspectos teológicos, repasaremos los puntos centrales que San Pablo destaca del rey de Salem en el capítulo 7 de la carta a los hebreos.

  • El nombre Melquisedec significa «rey de justicia» y «rey de paz» (Hb 7: 2).
  • Melquisedec permanece sacerdote para siempre. San Pablo destaca el silencio de inusual de la Escritura sobre esta persona tan importante. «Nada se dice de su padre, su madre o su genealogía; tampoco de su nacimiento y de su muerte. De este modo, a semejanza del Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre» (Hb 7: 3).
  • Melquisedec es más grande que Abraham. Esto queda de manifiesto en el hecho de que fue el patriarca quien le dio el diezmo de todo al rey de Salem, sin estar obligado por ley a hacerlo. También en que el sacerdote es quien da su bendición al patriarca, siendo que el inferior recibe su bendición del superior.
  • El sacerdocio de Melquisedec es superior al sacerdocio levítico. El hecho de que el patriarca del cual se deriva la tribu sacerdotal de Leví pagara el diezmo a un sacerdote de otra estirpe, es interpretado por San Pablo como que el sacerdocio levítico habría de ser reemplazado por otro tipo de sacerdocio. En esto, retoma el salmo de David, en que el Mesías es hecho sacerdote a la manera de Melquisedec y no a la manera de Aarón, descendiente de Leví.

Melquisedec, prefiguración del Sacerdocio de Cristo

La visión profética de David en el Salmo 110 sobre el sacerdocio eterno «a la manera de Melquisedec», fue interpretada por los cristianos como prefiguración del sacerdocio eterno de Jesús. Melquisedec, como destaca San Pablo, no tiene nacimiento ni muerte en la escritura, lo que indicaría una figura de la eternidad. Así lo entendió David al escribir aquellas palabras.

El reconocimiento de Abraham a Melquisedec fue interpretado por los cristianos como la existencia de un sacerdocio superior al de los hijos de Leví. Este sacerdocio, no garantizado a través de la Ley sino del juramento de Yahvé, estaría destinado a reemplazar al sacerdocio según el orden de Aarón. En Jesucristo, la prefiguración de Melquisedec y la profecía se hacen realidad. Jesús, al resucitar y ascender a los cielos, intervendrá por siempre como Supremo Sacerdote ante el Dios Altísimo.

Imagen de portada por Didier Descouens – Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=42767623

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