Herodes y la matanza de los inocentes

Herodes y la matanza de los inocentes


Herodes el Grande, de origen idumeo, accedió al trono de Israel gracias al apoyo del Imperio Romano. Su gobierno se caracterizó por la construcción de grandes obras, una extrema paranoia y el terror infundido a sus enemigos. Entre los episodios más terribles que se le atribuyen se encuentra la matanza de los inocentes.

La matanza de los inocentes está poco documentada. Algunos autores dudan de su historicidad, pero otros sostienen que en verdad podría haber ocurrido. Conocemos este cruel episodio a través del Evangelio de Mateo y algunas referencias en obras de historiadores, pero estas últimas son consideradas poco confiables por el consenso académico.

Muchos se preguntan si realmente Herodes habría sido capaz de ordenar la matanza indiscriminada de niños por temor a perder el trono. El historiador Flavio Josefo seguramente lo creyó capaz, ya que describió a Herodes como un rey cruel y sanguinario. Sin dudas, Josefo habría, al menos, mencionado este episodio, pero no parece haber alusiones a él en sus obras. ¿Es posible que un historiador del siglo I no se hubiera enterado de la orden de Herodes?

Sin pretender dar respuestas definitivas sobre la historicidad de la matanza de los inocentes, te invitamos a recorrer los principales relatos que han llegado hasta la actualidad y la fecha en que podría haber ocurrido.

Los relatos de la matanza de los inocentes

Suele decirse que la matanza de los inocentes solamente se encuentra registrada en el Evangelio de Mateo. También se dice que el evangelista habría creado esta historia para enseñar que Jesús era el profeta, el «uno como Moisés», prometido a Israel según las profecías mesiánicas. El relato de la matanza habría permitido a Mateo transmitir un significado teológico del nacimiento de Jesús a través de una interpretación midrásica.

Según esta línea de pensamiento, a los destinatarios del mensaje de Mateo les habría resultado natural entender la intención teológica detrás de la historia de la matanza de los inocentes y no la habrían visto como un acontecimiento histórico. Sin embargo, la tradición cristiana, así como algunos historiadores, se inclinaron por su historicidad. Presentamos, a continuación, los diferentes relatos sobre el episodio.

La matanza de los inocentes en el Evangelio de Mateo

Los primeros dos capítulos del Evangelio de Mateo tienen la finalidad de mostrar que las circunstancias del nacimiento de Jesús cumplieron las profecías sobre la llegada del Mesías a Israel. En primer lugar, relata la concepción de la Virgen y el nacimiento en Belén, que cumplen las profecías anunciadas por Isaías y Miqueas. Luego describe cómo, tras la partida de los magos, la matanza de los inocentes da cumplimiento a otros dos anuncios proféticos.

Cuando ellos se fueron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Prepárate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». Él se preparó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto. Y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo dicho por el Señor por medio del profeta:

De Egipto llamé a mi hijo.

Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y mandó matar todos los niños de Belén y de toda su comarca, menores de dos años, según el tiempo que había precisado por los magos.

Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías:

Un clamor se ha oído en Ramá,
mucho llanto y lamento:
es Raquel que llora a sus hijos,
y no quiere consolarse,
porque ya no existen.

Mt 2: 13-18

La interpretación profética de los pasajes citados por Mateo puede atribuirse a la existencia de una tradición de su tiempo que esperaba que el Mesías naciera en Belén y que también fuera llamado desde Egipto. Las palabras de Jeremías (Jr 31:15) podrían hacer referencia a la tradición que sitúa la tumba de la matriarca Raquel en Belén. El llamado desde Egipto es tomado del libro de Oseas (Os 11:1) y hacía referencia originalmente al pueblo de Israel.

El modo en que Mateo presenta la matanza de los inocentes ha llevado a muchos académicos a plantear que se trata de una escritura simbólica para transmitir el mensaje de que Jesús es el Mesías esperado por Israel. Pero la matanza de los inocentes también ha sido referida en contextos no proféticos.

La matanza de los inocentes en la obra de Flavio Josefo

Hay consenso en afirmar que el historiador Flavio Josefo no escribió nada acerca de la matanza de los inocentes, ya sea porque nunca se enteró del episodio o porque éste nunca ocurrió.

En Rusia, a finales del siglo XIX, se encontró una versión escrita en lengua eslava de la obra de Josefo Las guerras de los judíos. En esta versión, el texto de la obra está redactado de manera diferente. Hay párrafos agregados no presentes en otras ediciones, así como posibles omisiones. Se considera que los párrafos no presentes en las versiones conocidas de la obra son interpolaciones al texto original.

En general, los académicos no han aceptado la autenticidad de la versión eslava de la obra de Josefo. Pero algunos trabajos han sugerido que podría tratarse de la evolución de la copia de un borrador original del autor. En ella, hay también pasajes referidos a un líder importante de los judíos, no identificado como Jesús, pero con una descripción que se asemeja mucho a la suya.

No entraremos en detalle sobre todas las hipótesis generadas acerca de la autenticidad o falta de autenticidad de esta obra. Señalaremos que, para algunos autores, las interpolaciones de textos ajenos podrían ser de un periodo muy temprano, tal vez del siglo I. Entre estas interpolaciones, encontramos un extenso relato sobre la matanza de los inocentes.

El significado de la estrella

En la versión eslava del libro de Josefo, los magos, astrólogos de Persia, tienen tres encuentros con el rey Herodes. El motivo de los encuentros es una estrella brillante observada en el cielo que no se parece a ninguna otra estrella o planeta antes observados. Los persas interpretan que ha ocurrido o está por ocurrir un nacimiento real.

Los magos están decepcionados por no haber podido identificar al rey nacido y piensan que hicieron una mala interpretación de las señales celestiales. Por esto, pretenden volver a su tierra, luego de hablar con Herodes.

Herodes, mostrando su preocupación y su devoción al Señor, les ofrece ayuda para localizar al nuevo rey, pero secretamente los espía para poder enterarse de quién era. Los persas le rogaron que los dejara partir solos en busca del niño y le prometieron que le avisarían una vez que lo hubieran encontrado.

Y siguieron la estrella. Y después de esperarles un año, ni siquiera volvieron a él. Y él se enfureció y convocó a los sacerdotes que eran sus consejeros y les preguntó si alguno de ellos entendía el significado de esa estrella. Y ellos le respondieron:

«Está escrito: ‘Una estrella saldrá de Jacob y un hombre se levantará de Judá’. Y Daniel escribe que ha de venir un sacerdote, pero no sabemos de quién se trata. Calculamos que nacerá sin padre».

Entonces Herodes dijo: «¿Cómo podemos descubrirlo?. Y Leví dijo: «Enviad por toda la tierra de Judea preguntando cuántos niños varones han nacido desde que los persas vieron la estrella hasta el día de hoy, matadlos a todos, y ese niño también morirá. Y tu reino estará asegurado para ti y para tus hijos e incluso para tus bisnietos».

Leeming, H. & Leeming, K. (2003). Josephus’ Jewish War and its slavonic version, p. 180, Brill, Boston (traducción nuestra del inglés).

Herodes intenta descubrir al Ungido

Herodes, al no poder descubrir la identidad del Ungido, acepta la proposición de Leví y elabora una estrategia para identificar a todos los hijos sin padre en Judea.

Para ello, instruye a pregoneros para que recorran todo el territorio anunciando que todos los varones nacidos hasta el tercer año serían honrados y recibirían un regalo de oro.

Al preguntar si algún niño varón había nacido sin padre, debían fingir que Herodes lo adoptaría como hijo suyo y lo haría rey.

Leeming, H. & Leeming, K. (2003). Josephus’ Jewish War and its slavonic version, p. 181, Brill, Boston (traducción nuestra del inglés ).

Herodes ordena la matanza de los inocentes

Al no poder encontrar en Judea niños nacidos sin padre, Herodes ordena matar a todos los infantes menores de 3 años, calculados según el escritor en 6 miríadas y 3000 (63000 infantes).

Cuando todos estaban llorando y lamentándose por el derramamiento de sangre, se acercaron los sacerdotes y le rogaron que liberara a los inocentes; pero él los amenazó con más fuerza diciéndoles que se callaran. Y ellos cayeron postrados y estuvieron hasta la hora sexta a sus pies. Y la ira del rey prevaleció.

Más tarde, se levantaron y le dijeron: «Escucha a tus siervos para que el Altísimo te favorezca. Está escrito que el Ungido ha de nacer en Belén. Aunque no tengas piedad de tus siervos, mata sólo a esos niños de Belén y libera a los demás». Y él dio la orden y mataron a todos los niños de Belén.

Leeming, H. & Leeming, K. (2003). Josephus’ Jewish War and its slavonic version, p. 181, Brill, Boston (traducción nuestra del inglés ).

Importancia de la interpolación del relato de la matanza de los inocentes

En general, se considera que el relato de la matanza de los inocentes incluido en la versión eslava de La guerra de los judíos es una interpolación de una leyenda cristiana. Aunque no se pueda comprobar que este pasaje fue inicialmente escrito por el propio Josefo, la hipótesis de la interpolación cristiana conlleva problemas teóricos de difícil resolución.

Si aceptamos que la interpolación es de origen cristiano, es necesario reconocer que el autor no parece estar familiarizado con el Evangelio de Mateo. En el relato de Mateo, la profecía de Miqueas es citada por los sacerdotes para guiar a los magos de Oriente hacia el lugar del nacimiento del Mesías. En la versión eslava de Josefo, los magos nunca escuchan la profecía y ésta sólo es recordada en el momento en que los sacerdotes suplican a Herodes terminar con la matanza.

Un autor cristiano de la segunda mitad del siglo II habría tenido conocimiento de los evangelios que circulaban entre los cristianos de su tiempo. Por esto, su preferencia habría sido complementar al Evangelio de Mateo con los detalles de la historia de la matanza en lugar de contradecirlo. Si la interpolación es cristiana, es de un periodo primitivo del cristianismo y proviene de una fuente independiente a la que tomó Mateo.

La existencia de esta interpolación es una evidencia fuerte para descartar la idea de que el evangelista inventó la historia por razones teológicas. La discordancia de relatos es frecuente cuando circulan versiones diferentes sobre una historia real.

La matanza de los inocentes en la tradición cristiana

La tradición cristiana conmemora la matanza de los inocentes desde muy temprano. Desde el siglo II, se considera a los niños asesinados mártires y la historia está reflejada en escritos apócrifos como el Protoevangelio de Santiago, el Evangelio árabe de la Infancia, el Evangelio de José el carpintero o los Hechos de Pilatos.

Los Padres de la Iglesia tomaban por cierta la historia de la matanza ocurrida en Belén y escribieron sobre ella. Por ejemplo, Cipriano de Cartago, en el siglo III, en la carta a los fieles de Tibaris, expresó su visión sobre el martirio de los inocentes.

Enseguida de nacer Cristo ya acaeció el martirio de los niños, cuando los que tenían dos años o menos fueron matados por su nombre. Una edad aún no apropiada para la lucha ya fue apta para el premio. Para manifestar la inocencia de los que son matados por Cristo, los inocentes niños fueron matados por su nombre. Quedó demostrado que nadie está libre del peligro de la persecución, ya que unos niños como aquéllos fueron martirizados.

Cipriano de Cartago (1998). Carta 58, p. 251, Ed. Gredos.

En general, las referencias de los padres de la Iglesia a la masacre de los inocentes suelen estar basadas en la interpretación del Evangelio de Mateo o de los escritos apócrifos. Por este motivo, no son tomadas en cuenta por los historiadores cuando examinan el acontecimiento.

Sin embargo, hay que destacar que el origen temprano de la conmemoración en Belén y el registro en los escritos apócrifos podrían apuntar hacia un acontecimiento histórico.

¿Era capaz Herodes de ordenar el asesinato de niños?

Flavio Josefo describe la personalidad de Herodes como extraña. Por un lado, reconoce que el rey ha sido generoso en la construcción de obras y en el otorgamiento de beneficios al pueblo judío. Por otro lado, el comportamiento con respecto a sus familiares, las venganzas y ofensas contra ellos y sus súbditos, lo llevan a pensar que era un rey brutal y sin moderación. Según el historiador, la causa de estas actitudes es una y la misma.

Mi explicación es la siguiente: como era soberbio y estaba fuertemente supeditado a este sentimiento, por un lado se dejaba arrastrar a la magnanimidad cada vez que lo asaltaba la idea de alcanzar fama en el futuro o elogio en el presente. Pero, por otro lado, como efectuaba gastos por encima de sus posibilidades, se veía obligado a ser duro con sus subordinados, ya que las cuantiosas cantidades de dinero gastadas para favorecer a unos hacían que él causara daño a aquéllos a los que se las exigía.

Y aunque se daba cuenta de que él era odiado por las injusticias que cometía contra sus subordinados, no consideraba factible corregir sus desvaríos, ya que llevar eso a efecto tampoco favorecía a sus ingresos, y por ello respondía a la actitud de sus subordinados haciendo de esa misma malquerencia un pretexto para procurarse más recursos.

Más aún: en lo que respecta a sus allegados, si alguno de ellos o bien no lo halagaba con sus palabras, reconociéndose con ello esclavo de él, o bien aparentaba remover algo con vistas a alcanzar el poder, no era capaz de dominarse, y, en consecuencia, por este motivo persiguió a parientes lo mismo que a amigos, tomando contra ellos iguales represalias que contra sus enemigos, cargando con tan graves pecados por querer ser honrado él solo.

Flavio Josefo. Antigüedades Judías, libro XVI, 150, p.972 . Edición de José Vara Donado.

La crueldad de Herodes con respecto a sus propios familiares y su constante paranoia ante la posibilidad de que conspiraran para quitarle el trono eran muy conocidas. El rey fue capaz de matar a su esposa Mariamme, a sus hijos Aristóbulo y Alejandro, e incluso a su primogénito, Antípatro, por sospechas de conspiración.

Un antecedente romano

Las medidas de protección del poder político por temor al cumplimiento de augurios y profecías no era algo extraño en las sociedades antiguas.

Cuenta Suetonio, en Los doce Césares, que el año del nacimiento de Octavio Augusto (63 a.C.) fue precedido por toda clase de prodigios. Fenómenos violentos de la naturaleza, como rayos y terremotos, fueron interpretados como un mal augurio para Roma. Otros los interpretaron como la señal de que la Naturaleza preparaba un nuevo rey para el pueblo romano.

El senado asustado prohibió criar a los niños que naciesen en el año; pero aquellos cuyas esposas estaban encinta, esperando cada cual que la predicción le favoreciese, consiguieron impedir que llevasen el senadoconsulto a los archivos.

Suetonio. Los doce Césares, Octavio Augusto, XCIV.

La decisión política de dejar morir a todos los niños nacidos en ese año nunca se llevó a cabo. Pero la posibilidad de matarlos estuvo contemplada.

Dion Casio cuenta sobre el nacimiento de Augusto que su padre pensó en matarlo.

Apenas había nacido el niño, cuando Nigidio Figulo, un senador, vaticinó para él el poder absoluto. Y es que éste, entre sus contemporáneos, era el que mejor conocía la disposición del firmamento y las diferentes clases de estrellas, cuanto resulta de ellas por sí mismas y cuanto resulta de la relación de unas con otras, en sus conjunciones y en sus disyunciones, y por eso había sido acusado de dedicarse a prácticas clandestinas.

Pues bien, éste, en aquella ocasión, se encontró con Octavio [el padre de Augusto] que, a causa del nacimiento de su hijo, llegaba tarde al senado (pues era el caso que había reunión del senado), y preguntándole por qué se había retrasado, cuando se enteró del motivo, gritó: «Has engendrado un amo para nosotros», y como Octavio se alarmó por ello y quiso matar al pequeño, Nigidio le contuvo diciéndole que era imposible que le sucediera algo así.

Dion Casio, Historia Romana, Libro XLV.1.4-5, p. 422, Gredos.

El rey Herodes, imbuido de la cultura romana, amigo de César Augusto y hombre supersticioso, quizás tomó inspiración en estos antecedentes para ordenar la matanza. Al escuchar a los magos de Oriente, pudo haber mostrado la misma reacción que el padre de Octavio ante el vaticinio de Nigidio, gran conocedor del firmamento y las estrellas.

La ejecución del primogénito

Antípatro fue encarcelado por Herodes acusado, con abundantes evidencias, de haber conspirado contra él. En ese tiempo, el rey se encontraba sufriendo a causa de una enfermedad avanzada y, debido a los dolores que ésta le provocaba, había intentado quitarse la vida con un cuchillo.

Y Antípatro, como creyó que su padre era realmente difunto, no sólo hacía gala de atrevimiento en lo que decía, dándose ya por liberado enteramente de la cárcel y suponiendo que sin dificultad alguna tomaría en sus manos el poder real, sino que llegó incluso a decir al carcelero que lo pusiera en libertad, prometiéndole grandes beneficios ya entonces y también en el futuro, entendiendo que había llegado el momento de luchar por esto.

… Y Herodes, que ya antes de este momento no sentía un rendido afecto hacia su hijo, al oír al carcelero decir eso, prorrumpió en gritos, dándose golpes en la cabeza, aunque estaba en las últimas, e , incorporándose sobre los codos, envió adonde estaba Antípatro a algunos miembros de su escolta, tras ordenarles que lo mataran sin demora alguna, inmediatamente, y que luego lo enterraran en Hircania en una tumba insignificante.

Flavio Josefo. Antigüedades Judías, libro XVII, 182, p. 1044. Edición de José Vara Donado.

Algunos académicos sostienen que la historia de la matanza de los inocentes podría haberse derivado de la ejecución ordenada por Herodes de sus propios hijos.

Sin embargo, también puede plantearse que, dadas las características de la personalidad de Herodes y la preocupación constante por evitar amenazas a su poder, el rey habría sido capaz de ordenar la matanza de los inocentes.

Si se tiene en cuenta que Herodes defendió su poder aún sabiendo que contaba con pocos días de vida, el anuncio del nacimiento de un Mesías desconocido, destinado a destronarlo, lo habría llevado también a adoptar una postura defensiva.

¿Cuándo ocurrió la matanza de los inocentes?

La única referencia sobre la fecha en que ocurrió la matanza de los inocentes proviene de un historiador romano del siglo IV, Macrobius Ambrosius Theodosius. Se trata del único autor que hace referencia a este acontecimiento por fuera de la tradición cristiana.

En su obra Saturnalia, en la que varios senadores dialogan sobre temas antiguos durante el contexto de las fiestas saturnales, un personaje, Avieno, toma la palabra para hablar sobre la propensión a las bromas de César Augusto. Éste cita varios ejemplos de bromas de Augusto, entre los cuales se incluye uno relativo a Herodes.

Recibida la noticia de los niños de menos de dos años que en Siria el rey de los judíos Herodes había ordenado masacrar, había sido asesinado hasta el hijo del rey, Augusto exclamó: «¡Es mejor ser un cerdo de Herodes que su hijo!»

Macrobio. Saturnales, Libro II, 11. Traducción de Fernando Navarro Antolín, Ed. Gredos.

Según puede leerse en este pasaje de Macrobio, la matanza de los inocentes habría sucedido al mismo tiempo que la ejecución de Antípatro. Según Flavio Josefo, la muerte de Antípatro ocurrió cinco días antes de la muerte de Herodes.

Una vez que hubo terminado estos asuntos, murió cinco días después de haber mandado a matar a su hijo Antípatro, habiendo reinado, desde que consiguió que fuera asesinado Antígono, treinta y cuatro años, y desde que fue designado rey por los romanos, treinta y siete, hombre cruel con todos por igual, esclavo de la cólera y conculcador de la justicia.

Flavio Josefo. Antigüedades Judías, libro XVII, 188, p. 1046. Edición de José Vara Donado.

De la lectura combinada de Macrobio y Josefo, se obtiene que la matanza habría ocurrido unos días antes de la muerte de Herodes. Si se conoce la fecha de la muerte del monarca, se obtiene el momento aproximado en que habría ocurrido la masacre.

La cronología de Jorge Sincelo

La asociación entre la matanza de los inocentes y la muerte de Antípatro también fue registrada por el monje del siglo VIII Jorge Sincelo en su obra Eklogué Cronografías.

Para sumar a los muchos otros asesinatos que cometió contra su gente, Herodes, un hombre de extremo salvajismo, mató a los infantes en todo Belén, al enterarse por los Magos del nacimiento del Señor y Dios y nuestro Salvador, Jesucristo.
Herido por Dios, Herodes, sospechando que su legítimo tercer hijo conspiraba contra él, lo condenó a muerte. Atormentado por la hidropesía, vomitó gusanos por la boca y así, en medio de sus lamentos, murió de forma horrible. Vivió setenta años y fue rey de los judíos durante treinta y siete.

William Adler, Paul Tuffin, traductores (2002). The chronography of George Synkellos: a Byzantine chronicle of universal history from the creation, p.457, Oxford University Press (traducción nuestra del inglés).

Sincelo fecha la matanza de los inocentes en el Año del Mundo 5501. Según las indicaciones que se dan en la misma obra, este año corresponde al 1 a.C. de nuestra era.

Sobre la historicidad de la matanza de los inocentes

Para concluir, presentamos los argumentos que podrían hablar a favor de la historicidad de la matanza de los inocentes.

  • La interpolación de la obra eslava de Josefo pertenece a un periodo primitivo del cristianismo y toma una fuente diferente a la de Mateo sobre la matanza de los inocentes.
  • La existencia de una fuente independiente descarta la idea de que el evangelista haya inventado la historia por motivos teológicos.
  • En el relato eslavo, a diferencia del evangelio, no se dice que la historia sucede para dar cumplimiento a las profecías. Las profecías son utilizadas por Herodes para intentar localizar al rey anunciado por los magos. Es posible que la fuente tomada por el redactor no haya tenido intención de transmitir un mensaje teológico.
  • La conmemoración de la masacre de Belén es tan antigua que se pierde en los primeros tiempos del cristianismo y los escritos apócrifos lo corroboran. Esto podría indicar la existencia de un acontecimiento real.
  • Macrobio no tenía motivos para mentir acerca de la historicidad de la matanza de los inocentes. El escritor romano consideró que la historia era real, aún sin ser cristiano. Podría haber accedido a fuentes que actualmente desconocemos.

Foto de portada tomada de https://www.flickr.com/photos/tracx/2664405703

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