José de Nazaret es principalmente conocido en el cristianismo por ser el esposo de María (Mt 1:18; Lc 1:27) y por haber asumido la paternidad legal de Jesús de Nazaret (Mt 1:24 y 13:55; Lc 2:48, 3:23 y 4:22). Pero también nos han llegado otras tradiciones sobre su persona. Te invitamos a recorrerlas en esta publicación.
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Familia de José de Nazaret
Los testimonios más antiguos sobre la familia de José se encuentran en los evangelios canónicos. Según estos, José era descendiente de la tribu de David (Mt 1:20; Lc 1:27 y 2:4).
A partir de las genealogías de Jesús presentadas por Mateo y Lucas, es posible formarse una idea aproximada sobre el árbol genealógico de José. Podría objetarse que algunos afirman que la genealogía de Lucas pertenece a los ascendientes de María, pero el testimonio más antiguo afirma que ambas genealogías son de la familia de José.
Las genealogías de Jesús han sido y son aún objeto de muchas controversias. Afortunadamente, se conserva una referencia a una investigación de Julio Africano (siglo III) que permite arrojar claridad sobre su composición.
Y Africano, un compilador de genealogías, dice que Eli, el hijo de Matthat, y Jacob, el hijo de Mathan, eran hermanos de parte de su madre, cuyo nombre era Estha, y Esther en otro códice.
Cuando Eli murió sin hijos, su hermano Jacob tomó a su mujer, de acuerdo a la ley de provisión de hijos, y engendró de ella a José. De aquí que José fuera hijo natural de Jacob, como dice Mateo, y legal de Eli, como dice Lucas. […]
Africano dice que, de acuerdo a la tradición que él recibió de los genealogistas hebreos, Eli, Matthat y Levi eran hermanos, hijos de Melchi y no, como Lucas dice – Eli hijo de Matthat y Matthat hijo de Levi.
Gregorius Bar Hebraeus. En: Martin Wallraff(2007, editor) Iulius Africanus, Sextus. Iulius Africanus Chronographiae, F90c, De Gruyter (traducción nuestra del inglés)
El árbol genealógico
Según puede inferirse de la explicación de Julio Africano, la abuela de José, llamada Esther, tuvo un primer matrimonio con Melkí. Producto de ese matrimonio, tuvo como hijo a Elí. La unión con Melkí finalizó, no se aclara si por viudez o por divorcio.
Esther se unió a Matán en segundas nupcias y producto de esa unión nació Jacob, padre natural de José. Africano aclara que Elí murió sin hijos. Según la ley del levirato, una institución común en la antigüedad, la viuda estaba obligada a casarse con uno de los hermanos del difunto para darle un hijo a su nombre. Esto es lo que habría sucedido con la esposa de Elí, que debió casarse con Jacob.
No se aclara el motivo por el cual el matrimonio se celebró con Jacob y no con Leví o Matat. Es posible que Leví y Matat hubieran tenido ya su propia descendencia, lo que los inhabilitaba para el levirato. También podría haberse debido a que no eran hermanos de Jacob, sino hijos de un matrimonio anterior de Melkí.
Jacob, hijo de Matán y descendiente del rey David a través de Salomón, engendró naturalmente a José con la esposa de su difunto hermano. Elí, hijo de Melkí y descendiente del rey David a través de Natán, fue el padre legal que José nunca conoció.
Pantera y Clopás
Según la investigación de Africano, José fue hijo legal de Elí e hijo biológico de Jacob. Al estar Elí muerto, lo más razonable es suponer que José creció junto a su padre biológico. Así lo afirma la tradición a través de Epifanio de Chipre (c. 310/320 – 403), quien afirma en el Panarion (Herejía 78. Contra los Antidicomarianos): «José era hermano de Cleofás, pero hijo de Jacob llamado Pantera; ambos hermanos eran hijos del hombre llamado Pantera».
Hegesipo también afirmó que Clopás era hermano de José, posiblemente el único. En los evangelios, Clopás aparece asociado a María de Clopás (Jn 19: 25). En cambio, su padre Pantera no aparece nombrado como tal en los libros del Nuevo Testamento, aunque algunas historias judías sobre Jesús en el Talmud se hacen eco del nombre.
Vida en Nazaret
Lucas parece sugerir que José nació en Belén (Lc 2: 4), ya que debió acudir allí con motivo de un censo ordenado por César Augusto. Como producto de ese viaje, también Jesús nació en Belén (Lc 2:6-7; Mt 2:1). A pesar de esta relación con la ciudad de David, todo parece indicar que José pasó su vida adulta viviendo en la ciudad de Nazaret en Galilea, el lugar donde se crió Jesús. Por este motivo, se lo suele llamar José de Nazaret.
En Nazaret de Galilea, y tal vez en la capital Séforis, José ejerció el oficio de τέκτων (tektōn), traducido generalmente como carpintero. Marcos afirma que Jesús tuvo el mismo oficio (Mc 6:3).
El oficio de tektōn
Según el A Greek-English Lexicon de Liddell-Scott-Jones, el griego τέκτων puede traducirse como worker in wood, carpenter, joiner, craftsman or workman, sculptor, statuary, master in any art (trabajador de la madera, carpintero, ebanista, artesano u obrero, escultor, estatuario, maestro en cualquier arte). Se trata de una palabra fuertemente asociada al trabajo con la madera.
La traducción carpintero para referirse al oficio de José y de Jesús no sólo es adecuada en cuanto al significado griego, sino en cuanto a la tradición recibida. En el siglo II, Justino mártir escribió que tanto José como Jesús realizaron trabajos de carpintería.
Cuando Jesús llegó al Jordán, se le tenía por hijo de José el carpintero, y apareció sin belleza, como las Escrituras habían anunciado; fue considerado él mismo como un carpintero, porque mientras estaba entre los hombres, fabricó obras de carpintero, arados y yugos, enseñando por ellas los símbolos de la justicia y una vida de trabajo […]
Justino mártir. Diálogo con Trifón 88.7
Los arados no eran enteramente de madera, sino que también llevaban una reja de hierro. Es posible que el mismo carpintero que los realizaba se dedicara a tareas de herrería. Tal vez por esto, en el siglo IV, San Hilario afirmó que José era herrero.
Muchas veces se dice que el griego τέκτων podría haber tenido un sentido más amplio que el de carpintero, como el de artesano o constructor en general. Esta interpretación se basa en el estudio de la economía de la Galilea del siglo I que parecía sufrir de escasez de madera y exceso de carpinteros.
El Protoevangelio de Santiago (siglo II) afirma que José trabajaba en el sector de la construcción. Se piensa que el sentido general de la palabra τέκτων se refería al profesional que trabajaba artesanalmente la madera y la piedra, especialmente en la construcción.
Se estima que, en la Galilea de la infancia de Jesús, un trabajador de la construcción podía ganar entre 3 y 5 denarios diarios, mientras que un obrero simple recibía un denario al día. Es posible que José haya ganado lo suficiente como para garantizar el sustento de su hogar.
Descendencia de José de Nazaret
La descendencia de José de Nazaret es objeto de mucho debate, ya que la Iglesia ha recibido desde el principio dos tradiciones diferentes.
Según una de las tradiciones, José fue padre de 4 hijos varones y 2 hijas mujeres con una esposa anterior a María. De estos hijos, Santiago habría sido el primogénito. La otra tradición afirma que José no tuvo descendencia, excepto por la adopción de Jesús como hijo. Ambas tradiciones pueden rastrearse hasta el siglo II. Del siglo I, solamente contamos con la afirmación de que se creía (erróneamente) que José era el padre de Jesús (Lc 3:23).
José, padre biológico de 6 hijos
La primera referencia a la tradición de que José tuvo hijos de un matrimonio anterior se encuentra en el Protoevangelio de Santiago. Este escrito del siglo II cuenta que María fue entregada a los 3 años por sus padres para ser una virgen del Templo de Jerusalén. Al cumplir la edad de 12 años, debía abandonar el recinto sagrado, pero no había a quien entregarla. Por este motivo, los sacerdotes decidieron convocar a los viudos de la región Judea, entre los cuales se encontraba José.
José resultó elegido para ser custodio de María, algo que en principio se negó a aceptar.
José replicó diciendo: «Tengo hijos y soy anciano. En cambio, ella es una jovencita. No vaya a ser que sea motivo de risa para los hijos de Israel».
Dijo el sacerdote: «José, teme al Señor, tu Dios, y recuerda lo que Dios hizo a Datán, a Abirón y a Coré, cómo la tierra se abrió, y todos fueron devorados por su rebelión. Ten miedo ahora, José, no vaya a ser que suceda tal en tu casa».
Protoevangelio 9:2
La tradición apócrifa posterior es prácticamente unánime al afirmar que los hijos biológicos de José eran Santiago, Joset, Judas y Simón. Hay una mayor variación con respecto a los nombres de las dos hijas, siendo los más usuales Esther y Marta, aunque a veces se reemplaza Marta por Salomé. Clemente de Alejandría adhirió a esta tradición, así como Orígenes, Eusebio, Epifanio, Tito de Bostra, Hilario de Poitiers y el Ambrosiastro.
José tomó a su primera esposa de la tribu de Judá y ella le dio seis hijos en total, cuatro varones y dos mujeres, como han aclarado los Evangelios según Marcos y Juan. Su hijo primogénito fue Santiago, que era llamado Oblías, o «muro», y que también era llamado «El Justo» y era un nazirita u «hombre santo».
Epifanio de Chipre. Panarion 78. Contra los Antidicomarianos
[…]
José engendró a Santiago cuando tenía alrededor de cuarenta años. Después de él tuvo un hijo llamado Joset -luego Simeón- y después Judas, y dos hijas, una llamada María y otra, Salomé; y su esposa murió. Y muchos años después, siendo viudo de más de ochenta años, tomó a María.
Según la Crónica de Hipólito de Tebas (siglo VII), las hijas de José se llamaban Esther y Marta. Salomé, según su autor, era el nombre de la primera esposa de José, de quien dice que era hija de Ageo, el hermano del sacerdote Zacarías y, por esto mismo, prima de Juan el Bautista. Esta versión del parentesco de la primera esposa de José con Zacarías y Juan se volvió popular a partir del siglo VII y aparece en varios escritos posteriores.
José, esposo casto
La segunda tradición, predominante en la Iglesia occidental, parte de las Memorias de Hegesipo (siglo II). Lamentablemente, los libros originales del autor están perdidos, pero algunos fragmentos de su obra se han conservado en la Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesarea. En esos fragmentos, Hegesipo afirma que Santiago y Simón eran primos del Señor, pero llama a Judas «hermano del Señor según la carne».
De la familia del Señor vivían todavía los nietos (υΐωνοί) de Judas, llamado hermano suyo según la carne, a los cuales delataron por ser de la familia de David. El evocato [soldado veterano] los condujo a presencia del césar Domiciano, porque éste, al igual que Herodes, temía la venida de Cristo.
Hegesipo. Citado en: De Cesarea, Eusebio (2001, trad. Argimiro Velasco-Delgado, O.P.) Historia Eclesiástica, BAC Madrid, p. 151, III.20.1
Un examen atento de la información disponible sobre los hermanos de Jesús sugiere que el Judas mencionado no es otro que el hermano de Santiago, Simón y Joset. Al haber afirmado que Santiago y Simón eran primos de Jesús, difícilmente podría querer decir Hegesipo que Judas era su hermano biológico.
De los fragmentos conservados de Hegesipo se puede inferir que José no tuvo hijos con María ni con un matrimonio anterior. Santiago, Joset, Simón y Judas serían hijos de su hermano Clopás. A esta tradición adhirieron Jerónimo y Agustín y, a través de ellos, casi toda la Iglesia de occidente.
En el año 383, Jerónimo escribió una refutación a un panfleto de un tal Elvidio, quien sostenía que María había tenido otros hijos. Jerónimo argumentó que eso no podía inferirse de los evangelios y que María continuó siempre virgen porque José la consideró como un sagrado Templo del Señor.
Usted dice que María no continuó siendo virgen. Yo digo aún más, que el mismo José era virgen por María, que de un matrimonio virginal nació un hijo virgen.
San Jerónimo. La virginidad perpetua de María Bendita, XXI.
Agustín también defendió la idea de la castidad de José, lo que llevó a la Iglesia Católica a llamarlo por el título de Castísimo Esposo de María.
José, el Justo
Un justo (צדיק / tzadik), en el judaísmo, es una persona que vive en el espíritu de la Ley de Moisés y en santidad. El hombre justo es conocido por su justicia y generosidad, pero también puede elegir el anonimato y disimular su bondad. Mateo dice que José era un hombre justo, un hombre santo (Mt 1:19).
La justicia de José se pone de manifiesto ante la noticia del embarazo de María. José «no quería infamarla, resolvió repudiarla en privado». En el siglo I, el matrimonio judío podía disolverse mediante una solicitud de divorcio. La escuela rabínica de Hillel había legitimado un modo de divorcio en el que prácticamente no se necesitaba hacer explícitos los motivos. En el caso de José y María, que aún no habían celebrado sus bodas, sino que estaban desposados, sólo era necesario que expresaran su arrepentimiento.
José sabía que el hijo que esperaba María no era suyo y que se encontraba en una situación irregular. Siguiendo la Ley de Moisés, pensaba que lo mejor era cancelar el compromiso de la boda, pero al mismo tiempo no quería exponer públicamente a María. Por este motivo, eligió actuar en silencio. Según cuentan los evangelios, a partir del anuncio del ángel en sueños cambió esta decisión por la de acompañar en silencio.
Epifanio de Chipre relata otro aspecto de la justicia de José, relacionado con una profunda entrega al servicio de Dios.
Este Jacobo [Santiago] fue hijo de José, de una esposa [anterior] de José, no de María, como lo hemos dicho también y lo hemos tratado con más claridad en muchos lugares. Pero también hallamos que él era de la estirpe de David, y por ser hijo de José fue un nazireo. Fue el primogénito de José, y fue santificado. Además averiguamos que él ejerció como sacerdote en el antiguo sacerdocio. Por esta razón se le permitía entrar una vez al año al Santo de los Santos, como la Ley ordenaba a los sumos sacerdotes, según está escrito.
Epifanio de Chipre. Panarion 29. Contra los Nazarenos
Epifanio adhiere a la idea de que Santiago fue el primogénito de José y cuenta que fue santificado para ser un nazireo. Parece sugerir también que José decidió no pagar el rescate del primogénito para poder entregarlo al sacerdocio. Esto arroja algunas dudas sobre la veracidad del relato si se tiene en cuenta que el sacerdocio sólo correspondía a la tribu de Leví. Si la información de Epifanio sobre la consagración al nazireato es fidedigna, Santiago honró durante toda su vida su consagración a Yahvé y la voluntad de José.
Sucesor en la dirección de la Iglesia es, junto con los apóstoles, Santiago, el hermano del Señor. Todos le dan el sobrenombre de «Justo», desde los tiempos del Señor hasta los nuestros, pues eran muchos los que se llamaban Santiago.
Pero sólo este fue santo desde el vientre de su madre. No bebió vino ni bebida fermentada, no comió carne; sobre su cabeza no pasó tijera ni navaja y tampoco se ungió con aceite ni usó del baño.
Sólo a él le estaba permitido entrar en el santuario, pues no vestía de lana, sino de lino. Y sólo él penetraba en el templo, y allí se le encontraba arrodillado y pidiendo perdón por su pueblo, tanto que sus rodillas se encallecieron como las de un camello, por estar siempre de rodillas adorando a Dios y pidiendo perdón para el pueblo.
Por su eminente rectitud se llamaba «el Justo» y «Oblías», que en griego quiere decir protección del pueblo y justicia, como declaran los profetas acerca de él.
Hegesipo. Citado en: De Cesarea, Eusebio (2001, trad. Argimiro Velasco-Delgado, O.P.) Historia Eclesiástica, BAC Madrid, pp. 107-108, III.23.4-7
José de Nazaret, esposo y padre
A pesar de las diferentes tradiciones sobre los hijos de José, la Iglesia siempre ha transmitido que José y María no tuvieron hijos propios. La virginidad de María fue predicada por los cristianos desde el inicio de la Iglesia, por lo que siempre se creyó que José la acompañó como esposo casto.
Además de acompañar en silencio, José aceptó a Jesús como su propio hijo. El evangelista Mateo lo muestra obediente en la fe cuando el ángel le pide que proteja al niño y a su madre ante la matanza de los inocentes (Mt 2: 13) y cuando se le ordena regresar a la tierra de Israel (2:20) y vivir en Nazaret (Mt 2: 22-23).
Lucas muestra que José estuvo junto a María en el nacimiento de Jesús (Lc 2:16) y se presentó en el Templo para cumplir con la ceremonia del rescate del primogénito (Lc 2:22), donde quedó admirado ante la fe de Simeón (Lc 2:33). Además, habla de la angustia de José al perder a Jesús en el Templo (Lc 2:48) cuando lo llevaron con su madre a celebrar la Pascua a sus 12 años (Lc 2:41). José actúa como verdadero padre de Jesús y Lucas afirma que el niño creció sujeto también a su obediencia (Lc 2:51).
No se tienen muchos datos sobre la vida de José de Nazaret. Su vida santa transcurrió en la obediencia y el silencio. Los evangelios no lo nombran en la etapa del ministerio público, por lo que se piensa que su muerte ocurrió en algún momento entre los 12 años de Jesús y el inicio de su predicación. La tradición católica dice que murió en paz, tomado de la mano de Jesús y de María, por lo que es llamado Patrono de la Buena Muerte.
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